miércoles, 7 de diciembre de 2016

Escritores Hondureños: Biografías

Ramón Amaya Amador


Amaya Amador nació en Olanchito, departamento de Yoro, el 29 de abril de 1916, siendo sus padres Isabel Amaya y Guillermo R. Amador. 

Después de trabajar como peón en los campos bananeros de la costa norte inició su carrera de cuentista y su narración "La nochebuena del campeño Juan Blas" salió a luz pública en el número 15 de la revista ANC, órgano de la Asociación Nacional de Cronistas, editada en Tegucigalpa y correspondiente al 31 de diciembre de 1939. 

Ramón Amaya Amador, narrador y periodista, es uno de los más prolíficos escritores del país y quien tiene más obras publicadas: Prisión Verde, Amanecer, El Señor de la Sierra, Los brujos de Ilamatepeque, Constructores, Destacamento Rojo, Operación Gorila, Cipotes, Con la misma herradura, Bajo el signo de la paz, El camino de mayo, Jacinta Peralta, Cuentos Completos y Biografía de un machete permaneciendo inéditos casi veinte libros más. 

Ramón Amaya Amador inició su vida periodística en 1941 como redactor, primero, y como jefe de redacción, después, del periódico El Atlántico, de La Ceiba, fundado y dirigido por Ángel Moya Posas. Posteriormente, el 8 de octubre de 1943, Ramón Amaya Amador fundó en Olanchito, con Dionisio Romero Narváez, el semanario Alerta, contando con la valiosa colaboración de su compañero Pablo Magín Romero. 

El escritor abandonó su patria en 1944 debido a la persecusión del cariato, radicándose en Guatemala, en donde trabajó como editorialista de Nuestro Diario, durante el régimen democrático del doctor Juan José Arévalo, entregando también sus colaboraciones al Diario de Centro América, El Popular Progresista y Mediodía. A la caída del gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán, nuestro compatriota se asiló en la sede de la Embajada Argentina, viajando a aquella nación del sur. En Buenos Aires laboró en la editorial "Ariel" y en Sarmiento, un periódico de educación popular, editado en la ciudad de Córdoba. 

El 19 de mayo de 1957, Ramón Amaya Amador retornó a Honduras, acompañado de su esposa Regina Arminda Funes, originaria de Córdoba, Argentina; en ese año ingresó a la redacción del diario El Cronista, de Alejandro Valladares, y fundó en Tegucigalpa, con Luis Manuel Zúniga, la revista Vistazo. 

El Círculo Literario Hondureño le rindió un homenaje en el Paraninfo de la Universidad Nacional Autónoma en Tegucigalpa el 11 de noviembre de 1958, interviniendo en el acto el rector Lisandro Gálvez y los estudiantes universitarios Rafael Leiva Vivas, J. Delmer Urbizo y Oscar Acosta. 

En esa oportunidad, Ramón Amaya Amador leyó un extenso discurso de agradecimiento en el que afirmaba que era la primera vez que en su patria recibía una honrosa distinción por sus trabajos en las letras y en la cultura. Este documento puede considerarse como su testamento literario. 

El 19 de abril de 1959 abandonó Tegucigalpa junto a su esposa Arminda y sus pequeños hijos: Aixa Ixchel y Carlos Raúl, para radicarse en Praga, Checoslovaquia, integrando la plana de redacción de la revista Problemas de la Paz y el Socialismo. 

El 24 de noviembre de 1966, en las cercanías de Bratislava, se accidentó el avión soviético Ilushyn-18, de la línea aérea búlgara Tabso, pereciendo todos sus ocupantes, entre ellos Ramón Amaya Amador y tres compañeros de trabajo en la revista que hemos mencionado: el brasileño Pedro Motta Lima, el argentino Alberto Ferrari y el japonés Sigho Kadzito. 

Once años después y tras arduas gestiones iniciadas por el poeta hondureño Oscar Acosta (en ese entonces Embajador de Honduras en España) y que duraron cuatro años, se logró la repatriación de los restos mortales de Ramón Amaya Amador los que fueron enviados de Checoslovaquia a Madrid y luego trasladados a Tegucigalpa en septiembre de 1977, permaneciendo la urna con las cenizas de Amaya Amador en la Sección Colección Hondureña de la Biblioteca de la UNAH. 

La comisión encargada del traslado estaba integrada por Oscar Acosta; Rigoberto Paredes, Jefe del Departamento de Letras y Lenguas de la Universidad Nacional de Autónoma de Honduras; Héctor Hernández, Presidente del Sindicato de Trabajadores de la UNAH; Alejandro Gutiérrez, Secretario General de la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras, y Livio Ramírez Lozano, Agregado Cultural de la Embajada de Honduras en Madrid. 

Sin embargo, la repatriación de los restos no impidió que durante casi una década más, sus obras fueran perseguidas. Debieron transcurrir otros catorce años para que el archivo principal con las obras inéditas de Ramón Amaya Amador escritas en su largo exilio pudiera regresar a Honduras. 

En abril de 1991, en un acto solemne en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, el Presidente de la República, Lic. Rafaél Leonardo Callejas, recibió a nombre del pueblo de Honduras, más de veinte títulos inéditos que fueron repatriados desde la Casa de las Américas, La Habana, Cuba a donde fueron llevados desde Praga, Checoslovaquia. 

Esta vez las gestiones iniciadas por Carlos Amaya Fúnez, hijo del escritor, fueron respaldadas por una comisión integrada por Oswaldo Martínez y Neptalí Orellana de Radio Progreso, Juan Ramón Durán, Director de la Escuela de Periodismo de la UNAH, David Romero de Diario Tiempo, Adelma Argueta, Diario La Prensa y el Dr. Víctor Ramos; quienes lograron el apoyo del gobierno de la República para agilizar y facilitar el traslado de las obras. 

Ocho años después, y treinta y dos después de muerto, su pueblo y su gente se movilizaron para llevar a su definitiva morada las cenizas del notable escritor de Olanchito. 

Una comisión de olanchitos presidida por el Prof. Esaú Juárez González e integrada por el Prof. Fabio Bernardino Cárcamo, Director de la Casa de la Cultura de Olanchito, Juan Carlos Medina, Vicepresidente del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Standard Fruit Company; José Luis Bardales Cano; Rony Javier Cruz; Gustavo Sosa Martínez; Fernando Mac Lean; Geovana Spears; Santiago Manzanares; Raúl Cortes y Eduardo Manuel Cruz Martínez; organizó el retorno que tuvo lugar el 19 de mayo de 1999. 

Desde 1966 se ha escrito mucho sobre la vida y obra de Ramón Amaya Amador, entre los que podemos mencionar a Dionisio Romero Narváez, el Prólogo de Longino Becerra aparecido en la 2ª edición de Prisión Verde, el ensayo biográfico de Max Sorto Batres, publicado por el Ministerio de Cultura y Turismo en 1990, y la extensa y documentada biografía realizada por su paisano Juan Ramón Martínez, que apareció bajo el sello de la Editorial Universitaria de la UNAH en 1995.





Juan Ramón Martínez 


Sesudo ensayista, permanente columnista en LA TRIBUNA, analista político, conversador incansable, olanchitense hasta el tuétano, escritor a tiempo completo y para variar: narrador. 
Ha editado un libro de relatos cortos: LA PASIÓN DE PRUDENCIA GARRIDO Y OTROS RELATOS. Trece cuentos en los que ronda la sombra de García Márquez. Sobre todo en el empleo de algunos recursos técnicos en los que el colombiano es un maestro. 
Los traslapes temporales, el empleo de cantidades precisas, el desborde pasional de sus personajes y la sicología en algunos de ellos, nos hacen pensar de inmediato que Martínez es un apasionado del mundo garciamarquiano. 
No por esta influencia evidente, esos relatos pierden calidad, al contrario, dan fe de un escritor que en palabras de su amigo Segisfredo Infante: Continua en un febril aprendizaje por los brumosos laberintos de la literatura. 
Cualquiera puede acercarse a la lectura de este libro de relatos. Se lee de una sóla sentada y uno queda esperando más. 
Juan Ramón Martínez dirige actualmente la revista mensual Tiempos Nuevos, en Tegucigalpa; en la que se abordan temas de actualidad en el ámbito nacional e internacional. Esto lo coloca como uno de los abanderados del quehacer cultural del país. 











Felipe Elvir Rojas


Nació don Felipe Elvir Rojas --hace 78 años-- en la agreste campiña de Las Animas, jurisdicción de Danlí, El Paraíso, el 19 de junio de 1927. 

Decía con mucho orgullo que su afición por los poemas, la heredó de su madre Rosaura y la fortaleza de su carácter de su padre Ismael, un inclaudicable liberal que le enseñó a amar con pasión al Partido Liberal. 

Enseñó el pan del saber en la escuela "Lempira" de Comayagüela. Hoy esos alumnos lo recuerdan con mucha admiración y respeto, porque lo que aprendieron, fue para siempre. Elvir Rojas fue de los maestros de antes, de los que hoy quedan pocos. 

Junto a su amado hermano Horacio fue diputado al Congreso Nacional y distinguido dirigente de la enseña "roji-blanca", ocupando la presidencia del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal en 1970. 

Fue insobornable. Demostró su capacidad y profesionalismo al actuar con mano firme al ocupar posiciones públicas en los gobiernos liberales. 

Se graduó de licenciado en Derecho, pero su pasión siempre fue la literatura. Por su numerosa producción literaria obtuvo el premio "Mineira" de la Academia de Belo Horizonte, Brasil. Ostentó el "Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa" e incontables premios periodísticos. Fue director de El Pueblo, órgano del Partido Liberal y columnista fundador de LA TRIBUNA. 

Amó entrañablemente a su familia que hoy llora inconsolable su partida. Lo sobreviven, su esposa doña Socorro Zavala de Elvir, sus hijos, nietos, sobrinos y su hermano Horacio Elvir Rojas. 

"El día que deje de escribir me muero", dijo en una reciente entrevista a Día 7. Hoy sus libros quedan para evidenciar su obra inmortal, porque su alma sensible y buena, sigue viviendo en esas páginas llenas de sonetos, poesía y mensajes. 

Qué en paz descanse el tío Felipe, como se le llamaba cariñosamente en LA TRIBUNA. 








Contexto histórico del vanguardismo

Tras el realismo llegó la experiencia del Modernismo el cual se conoce principalmente por ser el inicio de las vanguardias, lleno de estilos personales y experimentación literaria. Después del Modernismo y la guerra civil, nació la literatura contemporánea; esta convivió con la guerra Europea y la ocupación nazi en Francia, así como con los exilios a Latinoamérica.
La literatura contemporánea es demasiado densa para abarcarlo en una sola etapa; por la densidad de este movimiento literario lo dividimos en tres etapas. La primera de 1940 a 1950, la segunda de 1950 a 1970 y por último, las últimas generaciones de 1970 hasta la actualidad.
En un país repleto de miseria y desolación, la primera etapa de la literatura contemporánea se abrió paso con un tono trágico, relataba el entorno frío y desolado que quedaba en España después de la guerra civil. La tristeza que iba acompañada de censura ralentizaba las críticas directas, obligando a muchos republicanos a abandonar el país con destino a Latinoamérica. A finales de los años cincuenta se adoptó un tono más realista mejorando la situación de los republicanos y el retorno de estos. La poesía de la primera etapa se dividió en dos vertientes: La poesía arraigada y la poesía desarraigada. La poesía arraigada, debe su nombre a la conmemoración del cuarto centenario de la muerte de Garcilaso de la Vega, llevada a cabo en 1936, los poetas pertenecientes a esta época son llamados poetas Garcilasistas, los cuales utilizaban modelos clásicos, estaban influidos por los sentimientos religiosos y mantenían las tradiciones y costumbres. Luís Rosales o Leopoldo Panera son dos poetas de esta etapa.
La poesía desarraigada que concluyó con la primera etapa del contemporáneo, apareciendo paralelamente a la arraigada; abandonaba los clasicismos y observaba violentamente los problemas del ser humano ante el mundo: Las guerra, los sentimientos, Dios…
Aunque las primeras obras de Dámaso Alonso pertenecen a la generación de 27, algunos de sus trabajos poéticos como Hijos de la ira, fue escrita después de la guerra civil; por lo que puede verse atribuido a la poesía desarraigada.
Con el fin de la primera etapa surgió la segunda. Una etapa literaria mucho más social en la que se caracterizaban los problemas concienciando al hombre de las injusticias, defendiendo a los débiles de la sociedad de entonces, así cobraron vida corrientes mucho más realistas. Estas corrientes, se clasifican de diferentes maneras teniendo en cuenta la implicación con la sociedad y la descripción realista. Las críticas hacia el sistema franquista fueron mucho más explícitas y el régimen español se fue abriendo hacia Europa; la política se reflejó en las novelas utilizando técnicas nuevas e imaginativas.
Los años 60, fueron tiempos de experimentación y habla narrativa. Por ejemplo, el novelista Goitisolo probó suerte tanto en la etapa social, como en la experimental.
La última etapa de la literatura contemporánea son las últimas generaciones. Con la mejora del aspecto socio-económico y con el nuevo poder de la democracia, surgió la literatura urbana; la cual fortalecía la cultura y aislaba el escepticismo de los cambios.
A partir de año 1960 se reforzó la idea de que la poesía era un método de estudio y no un método de comunicación. Claudio Rodríguez, es un claro ejemplo de esta etapa que concluyó con la literatura contemporánea.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Tradición Oral

Romancillo del Cura y la Criada

El cura está malo, 
malito en la cama. 
A la media noche 
llama a la criada. 
-¿Qué quier, señor cura, 
que tanto me llama? 
-Quiero chocolate 
y agua limonada. 
-Agua no la tengo, 
pero iré a buscarla. 
Y al llegar al pozo 
la soga no alcanza, 
Y al pasar l´arroyo 
la picó una rana, 
la picó con gusto, 
la picó con gana. 
Y a los cuatro meses 
la niña engordaba. 

Y a los siete meses 
ya se le notaba.
Y a los nueve meses 
parió la criada.
Parió un niño hermoso 
con teja y sotana. 
Y el cura le dijo,
el cura le hablara: 
-Llévalo al hospicio. 
-No me da la gana: 
quiero yo criarlo 
como madre honrada; 
tengo yo dos pechos 
como dos campanas 
que derraman leche 
como caños de agua. 
-Échalo al hospicio. 
-¡No me da la gana!











Conde Claros en hábito de fraile


El rey a sus tres hijas,   a las tres mandó llamar;
sentadas en silla de oro,   les empezó a preguntar:
–¿Cuál ha sido que ha dormido   con don Carlos Montealbán?
Entonces la más pequeña   ha empezado a llorar.
–Yo he sido, yo he sido, padre.   –Cuántas [veces] dormido has?
–Dos he dormido a mi gusto,   y otras dos a mi pesar.
–¡Criados, los mis criados,   los que estáis a mi mandar,
corred, id a buscar leña   para la niña quemar!
–¡Criados, los mis criados,   los que estáis a mi mandar,
id a llevarle esta carta   a don Carlos Montealbán:
si lo encuentras para misa,   no lo dejes allegar;
si lo encuentras almorzando,   no lo dejes acabar.–
Cuando el criado llegó,   don Carlos pa misa va.
–Toma, don Carlos, la carta,  (...................................)
que a tu novia Galancina   ya te la van a quemar.
–Si la queman, que la quemen,   que a mí lo mismo me da,
que mujeres en el mundo   para mí no han de faltar.
–Si no lo quieres creer,   las cartas te lo dirán.–
Don Carlos, que lee las cartas,   mandó acinchar el robán,
y aquellos campos abajo   vestido de fraile va.
–Corre, mi caballo, corre,   que hoy te voy a reventar.
–Si me das pienso y cebada,   como me los sueles dar,
en una hora y media   siete leguas he de andar.–
Cuando don Carlos llegó,   ya la iban a quemar.
–Esa niña que ahí queman,   la queman sin confesar.
–Confesada ya está ella,   no lo quiere declarar.
–Anda, niña, dame un beso,   que te libro de quemar.
–No lo quiera Dios del cielo,   ni la Virgen, que ahí está:
¡donde Carlos puso el rostro,   no lo ponga nadie más!–
La coge por la cintura,   la sienta encima el robán.
–Si la llevas por criada,   la llevas sin ajustar,
si la llevas por esposa,   que vuelva por su caudal.





Adivinanzas:


Se parece a mi madre                                     
pero es más mayor,
tiene otros hijos
que mis tíos son.                        

Una pregunta muy fácil
sabiéndola contestar,
¿qué planta se riega justo,
cuando la van a cortar?


lunes, 31 de octubre de 2016

Tipos de Documentos Comerciales

                                       Curriculum Vitae









Informe





Memorándum







                                        Carta de Presentación






                                           Certificación

 

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Reglas Ortográficas de la Lengua Española

Las Reglas Generales De Acentuación
Agudas:
  • En la pronunciación, las palabras agudas son aquellas que tienen la mayor intensidad de voz (sílaba tónica o acento prosódico) en la última sílaba.
Observa las siguientes palabras: descargó, desayunar.
  • En la escritura, las palabras agudas llevan tilde (acento ortográfico) cuando terminan en vocaln o s.
Fíjate, por ejemplo, en las siguientes palabras: ocurrió, mención.
Llanas:
  • En la pronunciación, las palabras llanas son aquellas que tienen la mayor intensidad de voz (sílaba tónica) en la penúltima sílaba.
Observa estas palabras: fantasma, mármol.
  • En la escritura, las palabras llanas llevan tilde cuando terminan en una consonante que no sea n ni s.
Observa estas palabras de la lectura: inmóvil, mártir.
Esdrújulas y sobreesdrújulas:
  • En la pronunciación, las palabras esdrújulas son aquellas que tienen la mayor intensidad de voz en la antepenúltima sílaba; y las sobresdrújulas, en la anterior a la antepenúltima.
  • En la escritura, todas las palabras esdrújulas y sobresdrújulas llevan tilde.
Observa las siguientes palabras esdrújulas: metálico, fósforo, pálida.
Fíjate, también, en estos ejemplos de palabras sobresdrújulas: cómpraselo, págaselo.
Casos Especiales De La Acentuación
  • Cuando, según las regalas generales de la acentuación ortográfica, el diptongo y el triptongo deben llevar tilde, ésta se coloca sobre lavocal abierta.
Observa estos ejemplos: traición, equivocáis, haréis.
  • Dos vocales abiertas juntas (a, e, o) están en hiato, es decir, no forman diptongo, y siguen las reglas generales de la acentuación ortográfica. Por ejemplo: caótico, aéreo.
  • También existe el hiato y no diptongo cuando las vocales cerradas (i, u) que acompañan a otra abierta son tónicas y llevan tilde. Observa éstos ejemplos de la lectura: había, batería, rendíos.
  • El grupo ui lleva tilde en la segunda vocal cuando lo exigen las reglas generales de la acentuación ortográfica. Ejemplos: jesuítico (pero jesuita).
  • Cuando dos palabras se unen para formar otra compuesta, la primera, si lleva tilde, la pierde y la segunda la mantiene si ya la tenía. Fíjate en estos ejemplos: decimoséptimo, santabárbara.
  • Las compuestos formados por palabras separadas por un guión conservan la tilde si la llevaban cuando eran palabras simples. Por ejemplo: físico-químico.
  • Los adverbios acabados en -mente conservan la tilde si los adjetivos de los cuales proceden la llevan. Observa estos ejemplos de la lectura: inútilmente, seguidamente.
  • Las formas verbales con pronombres enclíticos llevan tilde o no de acuerdo con las normas generales de acentuación. Ejemplos: levantose, empujándose, obsérvalo.
El Acento Diacrítico
Hay monosílabos que se escriben con tilde o acento diacrítico para diferenciarlos de otros que se escriben igual, pero que tienen diferentevalor gramatical. Fíjate bien en el cuadro siguiente:
Con acento diacrítico Sin acento diacrítico
él pronombre personal: Él compró la casa el artículo: El médico vendrá pronto.
más adverbio de cantidad: Quiero más café. mas conjunción adversativa: Le invité mas no vino.
verbo dar:  este libro a Juan de preposición: Me acuerdo de ti.
pronombre personal: Lo compró para . mi adjetivo posesivo: Mi perro es leal.
adverbio de afirmación: , que iré. sustantivo: Esta nota es un mi bemol.
pronombre personal: Todo lo quiere para . si conjunción condicional: Vendrá si se lo pides.
verbo saber: No  la respuesta. sustantivo: Desafina siempre en el si.
verbo ser:  valiente. se pronombre personal: Se lo he dicho hoy.
sustantivo: Se bebió un . te pronombre personal: Te espero en la esquina.
pronombre personal. ¿ vendrás al cine? tu adjetivo posesivo: Tu padre me lo dijo.
qué pronombre interrogativo: ¿Qué quieres? que pronombre relativo: Ésta es la música que le
pronombre exclamativo: ¡Qué sabe él! gusta.
determinante interrogativo o exclamativo: conjunción: Creo que va a llover.
¿Qué hora es? ¡Qué caradura eres!
quién pronombre interrogativo: ¿Quién es ese hom- quien pronombre relativo: Se lo dije a quien tú sa-
bre? bes
cuál pronombre interrogativo: ¿Cuál me dejas? cual pronombre relativo: Miguel es el muchacho del
pronombre exclamativo: ¡Ya sé cuál prefieres! cual se enamoró
  • El acento diacrítico también sirve para diferenciar palabras de más de una sílaba que se escriben igual pero tienen distinto valor gramatical.
  • La real Academia deja libertad de poner tilde o no en los demostrativos y en el adverbio sólo si no hay posibilidad de confusión, pero aconseja mantenerla en casos de ambigüedad.
Adónde, dónde, cómo, cuándo Adonde, donde, como, cuando
• adverbios interrogativos o exclamativos: No sé • adverbios que no son ni interrogativos ni
dónde los he puesto. ¡Cuánto sabe! exclamativos: No recuerdo el lugar donde lo dejé.
• aún adverbio (se puede sustituir por todavía): • aun conjunción (se puede sustituir por in-
Aún no ha amanecido. cluso): Aun ayudándole no sabe resolverlo.
• sólo adverbio (equivale a solamente): Sólo te • solo adjetivo: Está solo en casa.
lo prestaré a ti.
• éste, ése, aquél, con sus femeninos y plurales. • este, ese, aquel, con sus femeninos y plurales.
Pronombres demostrativos: Éste es el mejor. Adjetivos demostrativos: Esta moto es estupenda.
• porqué sustantivo (le precede un determinante): • porque conjunción causal: Hoy no ha salido por-
El porqué nunca lo sabrás. que está cansado.
• por qué preposición + pronombre interrogativo: • por que preposición + pronombre relativo: Ésta
No sabe por qué está enfadada. es la razón por que lo dijo.
La B y la V
  • Detrás de m se escribe siempre b. Observa estas palabras: sombrío, temblando, asombroso.
  • Detrás de n se escribe v. Por ejemplo: enviar, invento.
  • Detrás de d y de b también se escribe v. Por ejemplo: advertencia, subvención.
  • Se escriben con b las palabras que empiezan con las sílabas bu-, bur- y bus-.
Por ejemplo: bujía, burbuja, busqué.
  • Se escribe b a continuación de la sílaba al- de inicio de palabra. Por ejemplo: albanés, albergar.
Excepciones: Álvaro, alvéolo.
  • Las palabras que empiezan por di- se escriben con v. Por ejemplo: divertir, división.
Excepciones: dibujo y sus derivados.
  • Las palabras que terminan en -bundo o -bunda y -bilidad se esacriben con b.
Por ejemplo: vagabundo, nauseabundo, amabilidad, sociabilidad.
Excepciones: movilidad y civilidad.
  • Se escriben con v los adjetivos que terminan en -ava, -ave, -avo, -eva, -eve, -evo, -iva, -ivo.
Por ejemplo: octava, grave, bravo, nueva, leve, longevo, cautiva, primitivo.
  • Se escriben con b las terminaciones del pretérito imperfecto de indicativo de los verbos de la primera
conjugación y también el pretérito imperfecto de indicativo del verbo ir. Observa estas formas
verbales de la lectura: desplazaban, iba, faltaba, estaba, llegaba, miraba, observaban, levantaba, etc.
  • Se escribe con b los verbos acabados en -buir y en -bir. Por ejemplo: contribuir, imbuir, subir, recibir,
etc.
Excepciones: hervir, servir y vivir, y sus derivados.
  • Se escriben con b, en todos sus tiempos, los verbos deber, beber, caber, haber y saber.
  • Se escriben con v el presente de indicativo, subjuntivo e imperativo del verbo ir, así como el pretérito
perfecto simple y el pretérito imperfecto de subjuntivo de los verbos tener, estar, andar y sus
derivados. Por ejemplo: estuviera o estuviese.
  • Se escriben con b o con v los compuestos y derivados de las palabras que llevan estas letras.
Por ejemplo: altibajo (proviene de alto+bajo), navegación (proviene de nave).
La H
  • Se escribe con h todos los tiempos de los verbos que la llevan en sus infinitivos. Observa estas formas
verbales: has, hay, habría, hubiera, han, he (el verbo haber), haces, hago, hace (del verbo hacer), hablar,
hablemos (del verbo hablar).
  • Se escriben con h las palabras que empiezan con la sílaba hum- seguida de vocal. Observa estas
palabras: humanos, humano.
  • Se escriben con h las palabras que empiezan por hue-. Por ejemplo: huevo, hueco.
  • Se escriben con h las palabra que empiezan por hidro- `agua', hiper- `superioridad', o `exceso', hipo-
`debajo de' o `escasez de'. Por ejemplo: hidrografía, hipertensión, hipotensión.
  • Se escriben con h las palabras que empiezan por hecto- `ciento', hepta- `siete', hexa- `seis', hemi-
`medio', homo- `igual', hemat- `sangre', que a veces adopta las formas hem-, hemo-, y hema-, helio-
`sol'. Por ejemplo: hectómetro, heptasílaba, hexámetro, hemisferio, homónimo, hemorragia,
helioscopio.
  • Los derivados de palabras que llevan h también se escriben con dicha letra.
Por ejemplo: habilidad, habilitado e inhábil (derivados de hábil).
Excepciones: - óvulo, ovario, oval... (de huevo)
- oquedad (de hueco)
- orfandad, orfanato (de huérfano)
- osario, óseo, osificar, osamenta (de hueso)
La G y la J
  • Las palabras que contienen el grupo de letras -gen- se escriben con g.
Observa los ejemplos: origen, genio, general.
Excepciones: berenjena, ajeno.
  • Se escriben con g o con j las palabras derivadas de otra que lleva g o j.
Por ejemplo: - de caja formamos: cajón, cajita, cajero...
- de ligero formamos: ligereza, aligerado, ligerísimo...
  • Se escriben con j las palabras que terminan en -aje. Por ejemplo: lenguaje, viaje.
  • Se escriben con g las palabras terminadas en -ogía, -ógico, -ógica.
Por ejemplo: neurología, neurológico, neurológica.
  • Se escriben con g las palabras que tienen los grupos -agi-, -igi. Por ejemplo: digiere.
Excepciones: las palabras derivadas de otra que lleva j. Por ejemplo: bajito (derivada de bajo), hijito
(derivada de hijo).
  • Se escriben con g las palabras que empiezan por geo- y legi-, y con j las palabras que empiezan por
eje-. Por ejemplo: geografía, legión, ejército.
Excepción: lejía.
  • Los verbos cuyos infinitivos terminan en -ger-gir se escriben con g delante de e y de i en todos sus
tiempos. Por ejemplo: cogemos, cogiste (del verbo coger); elijes, eligieron (del verbo elegir).
Excepciones: tejer, destejer, crujir.
  • Se escriben con j los tiempos de los verbos que llevan esta letra en su infinitivo. Por ejemplo:
viajemos, viajáis (del verbo viajar); trabajábamos, trabajemos (del verbo trabajar).
  • Hay una serie de verbos que no tienen g ni j en sus infinitivos y que se escriben en sus tiempos
verbales con j delante de e y de i. Por ejemplo: dije (infinitivo decir), traje (infinitivo traer).
La C y la Z
Se escribe con C:
  • Las terminaciones -cito, -cita, -cillo, -cilla, -cecillo, -cecilla se escriben con c.
    Ejemplos: pedacito, nochecita, calzoncillo, manecilla, pececillo, lucecilla
  • En el caso de las palabras en singular que terminan en z al formar el plural con la terminación es se escriben con c.
    Ejemplos: luz luces cruz cruces lápiz lápices capaz capaces
  • Se escribe con c la terminación -ción, siempre que el sustantivo concreto al que se relacione la palabra termine en -tor y no en -sor.
    Ejemplos: destructor, destrucción, director, dirección
  • Se escriben con c los verbos cuyos infinitivos terminen en alguna de las voces -cer, -ceder, -cir, -cendir, -cibir, -cidir.
    Ejemplos: cocer, conceder, decir, recibir
    Excepción: asir, coser
  • Se escriben con c todos los compuestos y derivados de las palabras que se escriban con esta letra.
    Ejemplos: cebolla encebollado; ceja cejijunto.
Se escribe con Z:
  • Se escribe z y no c delante de ao y u.
  • Se escriben con z las terminaciones -azo, -aza.
Ejemplos: pedazo, terraza
  • Se escriben con z los sustantivos derivados que terminan en las voces: -anza, -eza, -ez.
Ejemplos: esperanza, grandeza, honradez
La X y la S
Se escribe S:
  • Se escribe s al final de las palabras llanas.
    Ejemplos: telas, andamos, penas
    Excepciones: alférez, cáliz, lápiz
  • Se escriben con s los vocablos compuestos y derivados de otros que también se escriben con esta letra.
    Ejemplos: pesar / pesado, sensible / insensibilidad
  • Se escribe con s las terminaciones -esa, -isa que signifiquen dignidades u oficios de mujeres.
    Ejemplos: princesa, poetisa
  • Se escriben con s los adjetivos que terminan en -aso, -eso, -oso, -uso.
    Ejemplos: escaso, travieso, perezoso, difuso
  • Se escribe con s las terminaciones -ísimo, -ísima.
    Ejemplos: altísimo, grandísima
  • Se escribe con s la terminación -sión cuando corresponde a una palabra que lleva esa letra, o cuando otra palabra derivada lleva -sor, -sivo, -sible,-eso.
    Ejemplos: compresor, compresión, expreso, expresivo, expresión.
  • Se escribe s en la terminación de algunos adjetivos gentilicios singulares.
    Ejemplos: inglés, portugués, francés, danés, irlandés.
  • Se escriben s con las sílabas iniciales des-, dis-.
    Ejemplos: desinterés, discriminación.
  • Se escribe s en las terminaciones -esto, -esta.
    Ejemplos: detesto, orquesta.
Se escribe X:
  • Se escriben con x las palabras que comienzan con hexa cuando equivale a seis.
    Ejemplo: hexágono
  • Se escribe con x el prefijo ex- para indicar la no existencia o falta de.
    Ejemplos: ex esposo, ex colonia, ex presidente.
La LL y la Y
Se escribe LL:
  • Se escribe ll en las palabras que terminan en -illo, -illa. Por ejemplo: librillo, ventanilla.
Se escribe Y:
  • Se escriben con y algunos tiempos y personas de los verbos cuyos infinitivos terminan en -uir:
    Presente del Modo Indicativo
    Ejemplos: construyo, influyes, huyo.
    Excepciones: Nunca se escriben con y la primera y segunda personas del plural: huimos, construís, influimos.
Modo Imperativo
Ejemplo: construye, influye, influyamos, construya
Tercera persona del singular y del plural del pretérito indefinido.
Ejemplos: influyó, influyeron, construyó, construyeron
Modo subjuntivo.
Ejemplos: influya, construyera, influyere
  • Se escriben con y algunas formas de los verbos caer, leer, oír.
    Ejemplos: cayó, leyeras, oyes
La R y la RR
  • Entre vocales, se escribe r cuando su sonido es suave, y rr, cuando es fuerte aunque sea una palabra derivada o compuesta que en su forma simple lleve r inicial. Por ejemplo: ligeras, horrores, antirreglamentario.
La M y la N
Se escribe m:
  • Antes de p y b se escribe m, siempre que tengamos un sonido nasal.
    Ejemplos: siempre, también.
  • Se escribe m antes de n.
    Ejemplos: omnipotente, solemnidad, gimnástica.
    Excepciones: Las palabras que comienzan con n y tienen prefijos que terminan en n, como: con, en, in. Ejemplos: connotable, ennoblecer, innombrable, sinnúmero, perenne.
Se escribe N:
  • Se escribe n al inicio de palabras como: trans-, cons-, circuns-, circun-, ins-.
    Ejemplos: transcribir, constante, circunstancial, instrumento.
  • Se escribe n antes de v.
    Ejemplos: invento, envidia, invocar.
  • Nunca debe ir n al final de los verbos reflexivos cuando están conjugados en la forma ustedes del Modo Imperativo.
    Ejemplos:
    levántensen cámbiese por: levántense.
    siéntensen cámbiese por: siéntense.
Los Signos De Puntuación
La Coma (,):
  • El nombre en vocativo llevará una coma detrás de sí cuando estuviere al principio de lo que se diga, y en otros casos la llevará antes y después; p. ej.: ¡Cielos, valedme!; Julián, óyeme; Repito, Julián, que oigas lo que te digo. 
  • Siempre que en lo escrito se empleen dos o más partes de la oración consecutivas y de una misma clase, se separarán con una coma para que al leerlas haya de hacerse una leve pausa que separe su sentido, a excepción de los casos en que mediare alguna de las conjunciones y, ni, o; como Juan, Pedro y Antonio; sabio, prudente y cortés; vine, vi y vencí; NI el joven NI el viejo; bueno, malo o mediano. 
  • Divídanse con ella los varios miembros de una cláusula independientes entre sí, vayan o no precedidos de conjunción: Todos mataban, todos se compadecían, ninguno sabía detenerse; Al apuntar el alba cantan las aves, y el campo se alegra, y el ambiente cobra movimiento y frescura. 
  • Cuando una oración se interrumpe, ya para citar o indicar el sujeto o la obra de donde se ha tomado, ya porque se inserta como de paso otra que aclara o amplía lo que se está diciendo, tales palabras, que suspenden momentáneamente el relato principal, se encierran entre dos comas; v. gr.: La verdad, escribe un político, se ha de sustentar con razones y autoridades; Los vientos del sur, que en aquellas abrasadas regiones son muy frecuentes, ponen en grave conflicto a los viajeros. 
  • Por igual motivo suelen ir precedidas y seguidas de coma las expresiones esto es, es decir, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante y otras parecidas: La enfermedad parece grave, es decir, más grave de lo que esperábamos: Tales incidentes, sin embargo, no se repitieron por entonces. 
  • Cuando se invierte el orden regular de las oraciones de la cláusula, adelantando lo que había de ir después, debe poner-se una coma al fin de la parte que se anticipa; v. gr.: Donde interviene conocerse las personas, tengo para mí, aunque simple y pecador, que no hay encantamento alguno. Como el orden regular de este ejemplo de Cervantes, Quijote, I, 37, seria: No hay encantamento alguno donde interviene conocerse las personas, importa para la claridad que se haga una breve pausa en personas, la cual se indica con la coma. Pero es de advertir que en las transposiciones cortas y muy perceptibles no se ha de poner esta señal.
Punto y Coma (;):
  • Cuando los miembros de un período constan de más de una oración, por lo cual o por otra causa llevan ya alguna coma, se separarán con punto y coma unos 6 otros; por ejemplo: Vinieron los aquilones de noviembre, glaciales y recios; arrebataron sus hojas a los árboles, llevándolas, ya rodando por la tierra, ya volando entre nubes de grueso polvo. se guareció el rabadán en su cabaña, y el labrador en su alquería; la nieve, descendiendo espesa sobre el monte y el valle, borró los matices del suelo, toda la variedad riquísima de la Naturaleza. 
  • En todo período de alguna extensión se pondrá punto y coma antes de las conjunciones adversativas más, pero, aunque, etc.; verbigracia: Salieron los soldados a media noche y anduvieron nueve horas sin descansar; pero el fatal estado de los caminos malogró la empresa. Cuando la cláusula sea corta, bastará una simple coma antes de la conjunción; como en Vendrá, pero tarde; Lo hizo, aunque de mala gana. 
  • Siempre que a una oración sigue, precedida de conjunción, otra oración que, en orden a la idea que expresa, no tiene perfecto enlace con la anterior, hay que poner al fin de la primera punto y coma, según lo aclarará el ejemplo siguiente: Pero nada bastó para desalojar al enemigo, hasta que se abrevió el asalto por el camino que abrió la artillería; y se observó que uno solo, de tantos como fueron deshechos en este adoratorio, se rindió a la merced de los españoles (Solís, Historia de Nueva España, III, 7). Si después de la palabra artillería solo se pusiese coma, la oración y se observó, etc., vendría regida de la preposición hasta y cambiaría el sentido.
Dos Puntos (:):
  • Cuando se sienta una proposición general y en seguida se comprueba y explica con otras oraciones, se la separa de estas por medio de los dos puntos; como, por ejemplo: No aflige a los mortales vicio más pernicioso que el juego: por él gentes muy acomodadas han venido a parar en la mayor miseria, y aun en el patíbulo; por él, además del caudal, pierde el hombre la vergüenza y hasta la estimación de sí propio. 
  • Cuando a una o varias oraciones sigue otra que es consecuencia o resumen de lo que antecede, esta se ha de separar con dos puntos, como en el ejemplo que sigue: Aquel que por sus riquezas y esplendor fue tan aplaudido como envidiado cuando entraba triunfante por las puertas de Constantinopla, y cuyo nombre era respetado y temido desde la capital del Imperio hasta el confín de los arenales de la Líbia, murió ciego, pobre, olvidado y mendigando su alimento de puerta en puerta:¡raro y espantoso ejemplo de las vicisitudes de la fortuna! 
  • En los decretos y sentencias, bandos y edictos se ponen dos puntos al final de cada motivo o fundamento de la resolución, aunque estos van en párrafos distintos y principian con letra mayúscula. En
certificaciones y memoriales también se ponen dos puntos antes de ciertos párrafos con letra inicial mayúscula.
  • Citando palabras textuales, se han de poner dos puntos antes del primer vocablo de la cita, el cual suele principiar con mayúscula; v. gr.: Cicerón en sus Oficios dice a este propósito lo siguiente: No hay cosa que tanto degrade al hombre como la envidia. 
  • También se emplean los dos puntos después del Muy señor mío y otras expresiones semejantes con que se suele dar principio a las cartas; v. gr.: Muy señor mío: Sírvase usted tomar a su cargo, etc.; Amigo mío: En contestación a la estimada de usted, etc.
Punto (.):
  • Se pone punto cuando el período forma sentido completo, en términos de poderse pasar a otro nuevo sin quedar pendiente la comprensión de aquel. Es la mayor pausa sintáctica que la ortografía señala. En la lectura, la duración de la pausa indicada por el punto puede variar más o menos, según el sentido y la interpretación del lector; pero en todo caso, es mayor que la que señalan la coma y el punto y coma.

    En la escritura, se le llama punto y seguido (o punto seguido), cuando el texto continúa inmediatamente después del punto en el mismo renglón, o en el siguiente sin blanco inicial; y punto y aparte (o punto aparte), cuando termina párrafo, y el texto continúa en otro renglón más entrado o más saliente que los demás de la plana. Por último, punto final es el que acaba un escrito o una división importante del texto (parte, capítulo, etc.). 
  • Resta advertir que en toda clase de escritos suelen hacerse después del punto final ciertas separaciones o divisiones llamadas párrafos, cada una de las cuales ha de empezar en renglón distinto de aquel en que acabe el anterior, y más adentro que las otras líneas de la plana. Deben principalmente usarse tales divisiones cuando se va a pasar a diverso asunto, o bien a considerar el mismo desde otro aspecto.
Los Puntos Suspensivos (...):
  • Cuando conviene al escritor dejar la oración incompleta y el sentido suspenso, lo denota con los puntos suspensivos; v. gr.: Él concitó la plebe contra los patricios; él acaudilló y juramentó a los mozos más corrompidos y perversos de la República para subvertidla con su auxilio; él sobornó con oro y con promesas... Pero ¿a qué repetir lo que a todos es notorio? 
  • Si en una cláusula de completo sentido gramatical se necesita pararse un poco, expresando temor o duda, o para sorprender al lector con lo inesperado de la salida, se indicará la pausa con puntos suspensivos; v. gr.: ¿Le diré que ha muerto su padre?... No tengo valor para tanto; Se citó a junta, distribuyeron sé centenares de esquelas, y llegamos a reunirnos... cuatro personas. 
  • También se usan dichos puntos cuando se copia algún texto o autoridad los cuales no hace al caso insertar íntegros, indicando así lo que se omite.
Interrogación y Admiración (¿? ¡!):
  • Los signos de interrogación y de admiración se ponen al principio y al fin de la oración que deba llevarlos: ¿Dónde estás?; ¿A qué vienes?; ¿Te veré mañana?; ¡Qué asombro!; ¡Ay de mí! 
  • Si las oraciones con interrogación o admiración son varias, breves y seguidas, no hay necesidad de que, exceptuada la primera, empiecen con mayúscula: ¿Dónde has estado?, ¿qué has hecho en tantos días?, ¿como no te pusiste en camino, así que recibiste mi carta?; ¡Cuánto engaño!, ¡cuánta perfidia!, ¡qué imprudencia! 
  • Cuando lo escrito después de la interrogación o la admiración fuere complemento de la pregunta o de la frase admirativa, no comenzará con letra mayúscula: ¿Digo yo que no tengas razón?, contestó Blas a Diego; ¡A las armas!, gritaron todos. 
  • El signo de principio de interrogación o admiración se ha de colocar donde empieza la pregunta o el sentido admirativo, aunque allí no comience el período; v. gr.: Privado del racional discurso, ¿que es el hombre sino una criatura desvalida, inferior a los brutos? Y si la caprichosa fortuna lo encumbra en alto puesto, ¡cuántas lágrimas y ruina y sangre le cercarán en torno! 
  • El signo de principio de interrogación o admiración refleja el movimiento de la entonación en las frases de este tipo, da claridad a la escritura, y no debe suprimirse por imitar, con mal acuerdo, la ortografía de lenguas extranjeras, que solo usa el signo final.
  • Hay cláusulas que son al par interrogativas y admirativas, y en ellas podrá ponerse nota de admiración al principio y de interrogación al fin, o viceversa: ¡Que esté negado al hombre saber cuándo será la hora de su muerte? ¿Qué persecución es esta, Dios mío!
El Paréntesis:
  • El paréntesis se usa para intercalar un inciso que interrumpe el discurso y para encerrar datos aclaratorios: noticias, fechas, explicaciones de siglas o de abreviaturas, etc. Por ejemplo:
Los manifestantes (se calcula que había más de 40.000) gritaban en contra del gobierno.
La Unión Europea (UE) lo ha nombrado presidente.
La Raya:
  • La raya se emplea para separar el diálogo de la narración y para indicar el cambio de interlocutor:
Observa estos ejemplos:
-Vamos, continuad -le suplicó Iñigo.
-Ha sido muy duro -le explicó el hombre de negro-, y estoy cansado.
  • Asimismo, de forma parecida al paréntesis, se escribe raya antes y después de una frase cuyo sentido
está desligado del discurso en que se halla intercalada. Por ejemplo:
Estas actuaciones -¡cuántas habrá que se desconocen!- pretenden ayudar a los exiliados.
Las Comillas:
  • Las comillas se emplean para encerrar una cita o las palabras reproducidas textualmente, para dar un
énfasis especial o irónico a una expresión, para destacar una palabra que pertenece a un argot o a otra
lengua y para destacar los títulos de las obras de arte. Por ejemplo:
Un filósofo dijo: "Vivimos de nuestros deseos, más que de nuestras obras".
El "telefonino", así llaman los italianos al móvil, se llama en el argot cheli el "mancuentro".
¿Has visto la película "LA ciudad de los prodigios"?